¿Quién dominará el mundo (y la economía) para el siglo XXII?

 

Está claro que el comienzo de este siglo XXI ha reabierto la batalla de la hegemonía económica y mundial que había cerrado el siglo XX con la clara victoria de Estados Unidos sobre la Unión Soviética tras la Guerra Fría. Ahora, Estados Unidos tiene un nuevo "combatiente" en una "guerra" diferente: China. 

La economía China ha estado creciendo constantemente hasta posicionarse con el segundo puesto en el ranking de países con más PIB del mundo. Por otra parte, solamente se encuentra en el puesto 64 en el ranking mundial de PIB per cápita, un dato que se entiende mejor si tenemos en cuenta que la población China representa el 18,5% de la población total mundial, casi 1500 millones de personas. 

Esta nueva guerra por la hegemonía económica tiene la particularidad de que sus combatientes se encuentran entrelazadas por el comercio, dejando a un lado sus posiciones ideológicas. En 2017, Estados Unidos recibía casi el 20% de las exportaciones de China al mundo, mientras que China compraba el 8,4% de las exportaciones estadounidenses al mundo. 

Tras el mandato de Trump, donde Estados Unidos volvió a un cierto proteccionismo de la mano del "America First", Biden ha tratado de volver a la senda del librecambismo y llevar a E.E.U.U a ser la policía del mundo de nuevo para consagrar su sistema. 

En este nuevo combate hay nuevos (y viejos) aliados que pueden convertirse en clave para decantar la batalla del siglo, e incluso en ser el nuevo combatiente del que gane el combate, estos son: India, los nuevos países emergentes, Marruecos, Japón, Australia y la Unión Europea en su conjunto. Rusia se ha convertido en la oveja apestada por la Guerra de Ucrania, pero nunca es descartable debido a su gran cantidad de gas natural. Por su parte, Marruecos tiene la mayor reserva del mundo de fosfato, lo que le hace un país indispensable para los fertilizantes de los cultivos de los alimentos. En cuanto a Japón, es famoso por sus industrias tecnológicas, además es clave en la industria agroalimentaria y el transporte. Australia es la llave para controlar el pacífico, sumados la influencias estadounidenses sobre Corea del Sur, Japón y Taiwán son clave para aislar a China. La India, debido a su extenso territorio, población y recurso la hace, posiblemente el país con más potencial para convertirse en una gran potencia mundial. Por último, La UE debido a países como Alemania y Francia, con sus potentes industrias (aunque han ido perdiendo fuerza) y el sur europeo como una gran potencia para el desarrollo de las energías renovables. 

Está claro que Estados Unidos cuenta con el apoyo de la UE, Marruecos, por eso apoyan su posición en el Sáhara, Japón y en juego están Australia y la India. China cuenta con los recursos tecnológicos, población y extensión territorial para poder competir, pero también cuenta con el as en la manga clave: África. La inversión china en el continente no hace más que aumentar, con el objetivo de hacerse más pronto que tarde con los valiosos recursos minerales africanos.

Bien, las líneas están trazadas y a nosotros solo nos queda ver como se escribe un nuevo capítulo en la historia que (esperemos) estudien las generaciones futuras. Si tenemos que decir cuál va a ser el ganador de la batalla, será Estados Unidos quien gane la guerra, pues cuenta con las influencias, recursos y armamento suficientes para controlar el mundo.